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Tendencias y gestión de la empresa tecnológica en el siglo XXI.

Lúcido

Trayectorias con vocación internacional

Hoy hablamos con Carlos Sánchez Magdalena, experto en Irium en metodologías ágiles, gestión del cambio, coach y formador. Ha participado en proyectos en Dubai, Qatar, Emiratos Arabes, Líbano, Argelia, Nigeria, Colombia, México, Italia, Francia, Portugal o Grecia, entre otros.


Charlamos con él sobre los puntos clave de su proyecto actual y ofrece muy buenos tips para animar a otros profesionales a superar los miedos y lanzarse a la participación en proyectos internacionales.


Actualmente está inmerso en una iniciativa internacional muy ambiciosa donde se persigue la estandarización de los procesos de análisis, de los datos originados en un portfolio de entre 75 y 100 proyectos distribuidos en diferentes países de Europa y Latinoamérica, para eficienciar la toma de decisiones estratégicas. El desafío consiste en liderar esta oficina de proyectos para garantizar un alineamiento de los modelos de trabajo a través de metodologías ágiles. Para lograrlo con éxito, y aunque parezca contradictorio, recomienda, precisamente por su carácter geográficamente tan disperso, dejar un pequeño espacio para la personalización local dando cabida a las particularidades culturales de cada región.


Estas metodologías, nos explica Carlos, ayudan a las empresas a no perderse entre los infinitos datos que las herramientas actuales permiten extraer. Todos ellos, sin una buena capacidad de análisis y de visualización de lo relevante, impiden la correcta toma de decisiones.


Este aspecto además conlleva en muchos casos la pérdida de producción, pérdida económica e incluso pérdida de marca al estar destinando recursos y esfuerzos a proyectos que no suman como se esperaba a la estrategia de la compañía. Contar con consultores como él, que saben escuchar e identificar los puntos clave que necesita monitorizar el cliente en su cuadro de mando, y saber aportar una imagen gráfica de información clara, sencilla y cargada de significación estratégica, es crucial.


Liderar esto con el hándicap adicional de la distancia y la diferencia horaria se convierte en un reto. Pero frente a esto las metodologías ágiles también ayudan, por ejemplo, Carlos organiza el equipo con una reunión diaria de puesta al día de 15 minutos y mantiene virtualmente una relación casi presencial con sus compañeros de otros países. "Al final en las reuniones de trabajo siempre surgen temas de cultura general o incluso personales y esto enriquece mucho personalmente y te enseña distintos puntos de vista."


Es precisamente ese intercambio de puntos de vista, desarrollados en culturas diferentes, el gran valor de crecimiento de este tipo de proyectos. En palabras suyas "trabajar en un ambiente internacional siempre es enriquecedor, la diversidad cultural te ayuda mucho a abrir la mente, el proyecto internacional te da mucha seguridad. "


De sus viajes aprendemos además cómo son de diferentes los protocolos empresariales según los países y las culturas y cómo todo ello desarrolla nuestra capacidad de adaptación y aprendizaje. Carlos considera que son estas experiencias las que han generado su crecimiento en conocimiento, seguridad personal y vivencias.


Pero no se llega sin decisión. "Dar el salto a este tipo de proyectos requiere un esfuerzo importante, primero porque te obliga a salir de tu escenario de confort y después porque te fuerza a ver las cosas desde otros puntos de vista desconocidos hasta entonces. Si además, el proyecto requiere un cambio de idioma, el esfuerzo es mayor, pero ya no lo cambiaría por nada, el entorno internacional siempre te da muchas más cosas que trabajar en un entorno nacional. Te ayuda a esforzarte y sacar de ti muchas cosas, incluso en el idioma, te obliga a crecer, a apartar el egocentrismo que todos tenemos y empezar a desarrollar la escucha activa, a pensar que otros planteamientos son posibles". Sobre el cambio de idioma además nos dice que él apenas sabía inglés cuando empezó a viajar y tuvo que coger el ritmo con esfuerzo.


"Tienes que gestionar tu propio cambio y adaptarte, la cercanía diaria con los compañeros, tan típica en España, se transforma en una cercanía virtual y se gestiona a través de una buena aproximación a estos. Si eres transparente y honesto, la amistad se genera aun a través de la cámara."


En sus propias palabras, para lanzarse a un proyecto internacional "el extra de esfuerzo es grande pero el valor que recibes es mayor, hay que perder el miedo porque merece la pena".



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